Para los que dudan de la veracidad de mi paseo por la Capital del amor, aquí dejo otro recuerdo personal, con mi amada Julie Delpy, antes del atardecer.
(Mierda, qué bajo caí ahora, buscando minitas en la hinchada de Belgrano y las niñas de 20 años de la cátedra de Movimientos Estéticos. Debería hacerme cura...)
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